Qué es mejor para la pérdida de grasa ¿Ejercicio cardiovascular o de fuerza?

La Profesora Mercedes Varengo nos explica qué es mejor para la pérdida de grasa ¿Ejercicio cardiovascular o de fuerza?

La opinión tradicional que está más arraigada en la gente y en algunos profesionales de la actividad física es que el ejercicio aeróbico es el más aconsejable para maximizar el gasto energético. Esta opinión se basa en estudios de cuantificación de las calorías que se gastan por unidad de tiempo midiendo el consumo de oxígeno. Esta aclaración es cierta pero no se trata del único medio ni el más eficaz para pensar en la pérdida de grasa.

El metabolismo de las grasas durante el ejercicio es un proceso complejo, que involucra varias etapas diferentes, consecutivas, que actúan como cascada y, muchas veces, fenómenos simultáneos. Cada una de estas etapas: Movilización, Transporte y Oxidación de las grasas, contiene, al mismo tiempo, una gran cantidad de pasos intermedios.

Ahora la pregunta es, ¿puede un mismo estímulo potenciar por igual cada etapa?

La respuesta es no, ya que es muy poco probable que la misma carga de entrenamiento, sobre todo si es uniforme, tenga el mismo poder para potenciar cualquier etapa, es decir, de facilitar sus mecanismos intrínsecos y favorecer la siguiente. Esto es así debido a que cada etapa se ve estimulada o inhibida por diversos factores, por ejemplo, determinadas hormonas, una correcta hidratación, entre otros. Es por eso que, siguiendo los modelos que nos ofrece Mario Di Santo, lo más conveniente es trabajar con modelos integrados, donde se evidencien:
☑️ Para la movilización de ácidos grasos dedicar un período aproximadamente de 24 minutos con trabajos, por ejemplo:
☑️ Circuitos mixtos incluyendo ejercicios de baja y alta intensidad con predominio de grandes grupos musculares.
☑️ Alta Intensidad para estimular aquellas hormonas que favorecen a la oxidación de grasas con ejercicios de fuerza.
☑️ Baja Intensidad con estaciones aeróbicas, generales y locales para activar el flujo sanguíneo al tejido adiposo.
☑️ Luego pasar inmediatamente a un corto bloque (se sugiere que no se extienda más allá de 6 minutos), de breves intermitencias.
☑️ Finalmente, para la oxidación de ácidos grasos se recomienda trabajos sustentados, de acuerdo al nivel del sujeto, en métodos fraccionados, preferiblemente el intermitente. Recordemos que el objetivo final es la oxidación de ácidos grasos y los recursos para potenciar la movilización se subordinan a esta instancia final de la sesión de entrenamiento.