No bajo de peso ¿y ahora qué hago?
Si alguna vez te preguntaste “no bajo de peso ¿y ahora qué hago?” tenemos unos consejos que pueden ayudarte. Esto se denomina meseta al estancamiento en el descenso de peso, que puede producirse por diferentes causas. Te dejamos algunas de ellas:
- Al reducir la actividad física.
- En etapas de gran estrés (exámenes, mudanzas, separaciones, problemas personales).
- Después de haber bajado un porcentaje importante del peso inicial, por mecanismos de adaptación que protegen los depósitos de grasa.
- En situaciones en las que aumenta la retención de líquido: durante el período premenstrual, por consumo excesivo de sal o alimentos muy ricos en sodio, incluso también por cuestiones climáticas.
- Por descuidos en la alimentación: aumento del tamaño de la porción, picoteo o consumo de líquidos calóricos (gaseosas, jugos, bebidas alcohólicas).
¿Qué podemos hacer?
- Entrar en una meseta no significa que el cuerpo no vaya a seguir perdiendo peso. Por eso, en primer lugar, no debemos frustrarnos. Si hemos logrado un buen descenso hasta el momento, lo recomendable es ser pacientes y esperar que el organismo reaccione nuevamente.
- Realizar un registro alimentario. Verificar el tamaño de las porciones, la cantidad de aceite utilizado, los horarios de las comidas y la cantidad de gustos en la semana.
- Controlar las ingestas líquidas: Cada gramo de alcohol produce aproximadamente 7 calorías. El vino, por ejemplo, tiene 12 % de alcohol, por lo tanto una copa de vino de 200 cm3 aporta 170 calorías.
- Controlar el consumo de sal y alimentos con mucho sodio. Tomar abundante líquido.
- Retomar la actividad física.