Mitos y verdades sobre los edulcorantes
La Licenciada Romina Biondini nos explica los mitos y verdades sobre los edulcorantes. Éstos son aditivos que proveen sabor dulce a los alimentos. Existen edulcorantes nutritivos o calóricos, como el azúcar, la miel, la glucosa, el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) y edulcorantes no nutritivos o artificiales, que son sustancias que endulzan sin aportar calorías o su aporte es mínimo. Estos últimos pueden ser a base de sucralosa, aspartame, ciclamato, sacarina, estevia, etc.
El consumo elevado de azúcar se relaciona a sobrepeso, obesidad y diferentes enfermedades asociadas. Es necesario reducir el consumo de azúcar y de aquellos alimentos que la contengan (golosinas, gaseosas, productos de panadería, etc.). Como reemplazo, los edulcorantes artificiales mantienen el sabor dulce sin aportar calorías significativas.
Desde hace tiempo se estudia el efecto que puede generar el consumo elevado o frecuente de los edulcorantes artificiales. Algunos estudios lo vinculan con efectos negativos sobre las bacterias que naturalmente tiene nuestro intestino, otros lo asocian a un mayor deseo por productos dulces. Mientras continúan las investigaciones, es importante reducir el consumo permanente de edulcorantes artificiales. Acostumbrar a nuestro paladar a sabores naturales (por ejemplo: el café, el mate, infusiones de diferentes hierbas) es una estrategia que podemos empezar a practicar.
Entonces, ¿cuál podemos elegir?
La hoja de estevia o stevia, aparece como un aliado, ya que no aporta calorías y es natural. Se puede conseguir como hoja seca, que es su versión más natural, o de manera más refinada o manipulada por la industria, a través de polvo o liquida. La naturaleza nos ofrece diferentes opciones para dar sabor dulce a las preparaciones. Las frutas frescas contienen su propia azúcar (fructosa) que pueden usarse en galletas o budines caseros, licuados, etc., y sumarle canela, vainilla o jengibre para resaltar sus sabores.