¿Comés en menos 5 minutos? Y a veces menos?
Al reducir la velocidad de la ingesta podremos aumentar la permanencia del alimento en la boca, logrando mayor tiempo de exposición a receptores sensoriales. Esto favorece la saciedad.
El desafío consiste en comer de modo más pausado, realizando un solo paso al mismo tiempo. Es fundamental que realicemos este ejercicio en un momento de tranquilidad en el cual dispongamos de tiempo suficiente.
Veamos cuáles son los pasos:
- Preparar una comida agradable.
- Servir adecuadamente la mesa.
- Sentarse, sin prender el televisor ni leer.
- Antes de comenzar, concentrarse en las sensaciones visuales y olfativas de la comida.
- Tomar los cubiertos y cortar un bocado pequeño.
- Llevar la comida a la boca y saborearla bien, rotándola por lo menos tres veces en el paladar, todavía sin masticar, apreciando la textura y el sabor del bocado. Finalmente masticar el bocado, al menos tres veces más de lo acostumbrado.
- Cada tres bocados dejar los cubiertos en la mesa.
- Comenzá de nuevo el proceso a partir del paso 5.
Siguiendo estos pasos deberíamos, al menos, duplicar el tiempo en el que acostumbramos a comer. Una forma de medirlo es controlar el tiempo que nos lleva terminar el plato, en condiciones normales y luego haciendo el ejercicio. Intentemos repetir el desafío al menos 3 veces, recordemos que todo hábito debe cambiarse de forma progresiva y gradual.
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