¿Porqué nuestra genética nos predispone a engordar?

La carga genética es importante y puede predisponer a la obesidad, pero nunca la determina. La prevalencia de obesidad resulta entre 2 y 8 veces mayor si tenemos antecedentes familiares de. Sin embargo, la manera en que la genética ejerce su impacto es influenciada totalmente por el estilo de vida.

En términos generales tenemos los mismos genes que poseían nuestros antepasados cazadores-recolectores hace 60.000 años. Nuestro organismo es exactamente igual al de nuestros antepasados. En ese momento, la Era Paleolítica, no existía la agricultura ni la ganadería. El ser humano era un cazador-recolector y se alimentaba de los vegetales que encontraba y de los productos de la caza, que no siempre eran muy abundantes ni fáciles de conseguir. Debían caminar hasta 20 kilómetros diarios para encontrar alimento y subsistir entre animales peligrosos, gastando mucha energía. En este contexto solo sobrevivían aquellos individuos que podían aprovechar mejor la energía de los alimentos y almacenarla eficazmente como grasa. Por miles de años fueron perfeccionándose cada vez más estos genes que le permitieron a la raza humana ser más eficientes para almacenar grasa.

Esta genética pro-obesidad nos lleva en forma instintiva a comer cada vez que hay comida disponible y acumular todo lo posible como grasa. Gracias a este comportamiento, nuestros ancestros podían sobrevivir a largos períodos de hambrunas.
Sin embargo, actualmente el entorno ha cambiado, ahora contamos con una oferta excesiva de comida, y cada vez nos movemos menos. Como nuestra genética no ha cambiado, seguimos tendiendo a almacenar grasa y por lo tanto engordamos.

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