¿POR QUÉ COMEMOS Y POR QUÉ PERDEMOS EL CONTROL SOBRE ALGUNOS ALIMENTOS?
La alimentación es un instinto básico que nos permite sobrevivir, por lo cual la naturaleza ha desarrollado varios sistemas para asegurarse que comamos frecuentemente, que podemos dividir en:
- Sist homeostático: Cuando el organismo detecta la falta de energía y de nutrientes, libera hormonas que nos generan hambre y nos avisan que es hora de volver a comer. Hay una percepción de incomodidad, que llamamos hambre, que se termina cuando comemos.
Pero al comer no solo se termina una sensación negativa, también aparece una sensación agradable: estimulo positivo. Esto está asociado al gusto de la comida y al sistema de recompensa, los otros 2 sistemas que veremos:
- Sensorial:
Visión: El aspecto y color de los alimentos, “se me hace agua la boca”
Olfato: intervienen en el gusto pero también valora el estado de conservación del alimento, por eso cuando algo esta podrido se nos cierra el estomago.
En el placer que nos otorga el sentido del gusto no solo interviene el sabor: sal, azúcar, grasa, sino los receptores térmicos, táctiles, por ej. Por eso nos resulta agradable la emulsión que tiene la crema o el helado. Los contrastes de textura, lo crujiente, por ejemplo. Y tambien interviene la relación con lugares y experiencias placenteras previas.
Los sentidos son el primer contacto del alimento con el organismo. Antes de que el alimento ingrese al cuerpo ya se va preparando el mismo en función de lo que vamos a comer.
- El tercer sistema es el de recompensa que nos premia cuando el organismo interpreta que realizamos una acción beneficiosa. Este sistema NO se relaciona directamente a las necesidades nutricionales, el estímulo que lo domina es el placer, la gratificación que nos lleva a repetir el acto. Este mecanismo es muy fuerte, fue desarrollado por la naturaleza para asegurar que repitamos comportamientos que aseguren la supervivencia. Nos recompensa más comer una fruta madura que una verde, porque la naturaleza entiende que es mejor para nosotros comer la fruta madura.
Todos los animales en su medio natural tienen un sistema de recompensa en equilibrio con los alimentos que ofrece la naturaleza, que deben resultan gratificantes en su justa medida.
Este sistema puede distorsionarse, con el consumo de sustancias que tienen un impacto desproporcionado respecto a los alimentos naturales. Existen comestibles que generan una señal de recompensa intensa, que ANULA los mecanismos de autocontrol.
Los alimentos ultraprocesados, que combinan grasas artificiales y azucares sobreesimulan al sistema. La secreción de dopamina, que es el neurotransmisor más importante de este sistema resulta muy superior a la que genera un alimento natural, como una fruta o un huevo por ejemplo. Hay alimentos que nos resultan demasidado gratificantes. Es poco probable que nos comamos 16 manzanas impulsivamente, sin embargo podemos terminar medio kilo de helado muy rpaidamente . Las 16 frutas y el medio kilo de helado tienen similar cantidad de calorías. La diferencia es que el helado nos otorga más satisfacción y nos estimula a seguir comiendo hasta terminarlo.
El problema se produce cuando el individuo se expone repetidamente a una sustancia que genera sobreestimulación. EL consumo reiterado descalibra el sistema y cada vez resulta necesaria una dosis mayor para conseguir la misma gratificación. La intensidad del placer se debilita cuando el consumo es repetitivo y frecuente: cada vez necesitamos. Los alimentos con mayor asociación a conductas adictivas son los ultraprocesados, como el chocolate (con agregado de azúcar), la pizza, el helado y los snacks.
Te invitamos a ver el siguiente vídeo: