Niños que crecen sanos, “comiendo de todo”.
Para que los niños puedan alcanzar un crecimiento óptimo y un desarrollo adecuado es importante brindarles una alimentación saludable.
Un requisito importante para una alimentación saludable es incorporar una gran variedad de alimentos. Ya que no existe un alimento que pueda aportar todos los nutrientes esenciales es fundamental que los niños “coman de todo” para crecer sanos.
Pero ¿Cómo lograrlo?…
Para comenzar hay que reconocer 6 grupos de alimentos que se clasifican según los nutrientes que contienen predominantemente en su composición.
Éstos son:
- Cereales y legumbres: arroces, pastas, harina de maíz, panificados/ lentejas, garbanzos, porotos, arvejas, entre otros.
- Verduras y frutas: frescas, secas o desecadas.
- Leche, yogures y quesos o Lácteos.
- Carnes y huevos.
- Aceites y grasas.
- Azúcar y dulces.
Incorporando todos los días alimentos de todos los grupos (en las proporciones adecuadas) lograremos una alimentación completa y equilibrada.
Además, la variedad es mayor cuando elegimos distintos alimentos que forman parte un mismo grupo. Por ejemplo, podemos elegir una fruta o una verdura distinta cada día de la semana.
- El desayuno y la merienda son excelentes momentos para mejorar la variedad porque nos permiten incorporar alimentos de distintos grupos: lácteos, cereales, frutas, huevos.
Pero la variedad no solo pasa por la elección de los alimentos, sino también por su forma de preparación, de cocción y de presentación.
Dejar de cocinar “siempre lo mismo” y animarse a probar nuevas recetas, a darle un “toque distinto” a las comidas de siempre, a experimentar nuevos sabores y dejarse sorprender por la combinación menos pensada de alimentos.
La variedad en la alimentación puede hacer de cada comida un momento distinto y por qué no divertido.
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