Fin de semanas largos y alimentación ¿Relajarnos nos lleva a comer más?
Es muy común que los fines de semanas largos nos reunamos con amigos y familias, que salgamos de viaje u organicemos actividades al aire libre. Es decir, que salgamos de nuestra rutina diaria. Podemos decir también que es muy común que en estas situaciones la comida, sin darnos cuenta, tenga un primer plano.
Estamos acostumbrados a relacionarnos a través ella, a disfrutar si tenemos en frente comidas abundantes, ya sean dulces o saladas, si tenemos alcohol, si podemos comer un postre.
Es importante tomar conciencia de esta costumbre y racionalizar el lugar que está ocupando el alimento en ese momento. ¿Cómo hacerlo?
- Pensar antes de estas reuniones o actividades qué cosas quiero comer.
- Racionalizar el momento de la ingesta, es decir, no comer por comer, sino pensar qué estoy comiendo y disfrutarlo mientras lo hago. Si disfrutamos lo que comemos, podremos saber cuándo frenar, por el simple hecho de que estamos prestando atención a nuestro cuerpo.
- Permitirse disfrutar de otras cosas que no sean la comida: los lugares, la compañía.
- Relajarse también implica disfrutar de uno mismo y dedicarle tiempo a cosas que en la semana no logras hacer.
- Cambiar las prohibiciones por las elecciones. Poder elegir racionalmente qué querer comer y qué no. No hacer lo que hace el resto, solo por hacerlo.